Emigrantes y nuestra amnesia colectiva

.

Fotografía de Dorothea Lange

Conversación en un supermercado:

Sus: -Cuánto tiempo. ¿Cómo estás?

Dora: -Hola, Sus. Sí, tiempo sin vernos. Pues hoy muy regular, ando de cabeza.

Sus: -¿Tienes problemas?

Dora: -¿Problemas? Más que eso. A la muchacha le ha dado por estar enferma y se ha ido al médico. Y con todo lo que tengo encima, aquí me tienes, con la compra.

Sus: -¿Te refieres a tu interna?

Dora: -Pues claro, ¿a quién va a ser? Me tiene muy harta.

Sus: -Bueno, mujer, son cosas inevitables.

Dora: -No sé qué decirte. Ahora, con los papeles arreglados se cree que tiene todos los derechos. Antes nunca estaba enferma y ahora un simple resfriado y mira. Se aprovechan de nuestro sistema de salud a la mínima. Toda la vida pagando impuestos para que lleguen estos emigrantes y abusen de nuestros logros.

Sus: -Ellos también pagan impuestos, supongo.

Dora: -No compares, Sus, que nosotros llevamos toda la vida, y, antes que nosotros, nuestros padres… Estos chupan de nuestra generosidad, les damos trabajo, les damos una vida decente y lo que ganan no creas que se lo gastan aquí, como hacemos los ciudadanos, que están venga a mandar divisas a sus países. ¿De qué crees que viven ahí? Si no fuera por nuestro dinero se morirían de hambre.

Sus: -A mí me dan pena, es que en sus países las cosas están mal, ¿y qué van a hacer? Vienen a trabajar. Nosotros también los necesitamos.

Dora: -Ay, hija, parece mentira que no sepas cómo están las cosas ahora. Ya no hay trabajo para todos, se acabaron las vacas gordas. Y, oye, primero estamos nosotros. Y muchos vienen sin contratos ni nada, entran ilegales. Si en sus países están mal, pues, mira, que reclamen a sus gobiernos, que no somos las hermanitas de la caridad. Que aquí enseguida reivindican derechos y qué callados y sumisos están en su casa. ¿Tenemos nosotros la culpa?

Sus: -Ya, visto así, puede que tengas razón.

Dora: -Pues claro que tengo razón. Además, no se adaptan, apenas hablan nuestro idioma. No nos respetan, les damos de comer y siguen con sus costumbres, que si no hacemos algo acabarán por imponerlas. La mayoría son unos ignorantes, apenas tienen educación. Fíjate, he tenido que prohibir a Lali que cocine con ese aceite que le mandan de su país. Me apesta la casa y vete a saber lo que llevará. Ya sabes, ese aceite de no sé qué…

Sus: -Supongo que te refieres al aceite de oliva. Dicen que es muy sano.

Dora: -¡Por favor!, que en España no hacen controles de nada. Hasta podría envenenarnos en su ignorancia. –Consulta su preciso reloj suizo- ¡Ufff!, es tardísimo, Sus, te dejo, que tengo un día tremendo. ¿Tú te crees que esta Lali me puede tener así? Tengo asuntos importantes en el despacho y no sé cómo me las voy a apañar. Llámame, y nos vemos la semana que viene; podríamos quedar una mañana en el club y así charlamos tranquilamente.

Sus: -Ah, muy bien, pues así lo haré. Adiós, guapa.

Dora. -Ciao.

Cosas como estas y mucho peores las estoy oyendo, un día sí y otro también, en el super, en el bar de la esquina, en la sala de espera del médico… ¿Sufrimos amnesia?


Datos para refrescar la memoria:
.- Entre 1959 y 1973, según el Instituto Español de Emigración, más de 1 millón de españoles emigraron a Europa. Pero se estima que la cifra se duplica, ya que más del 50 % de los emigrantes españoles entraron en los países receptores de forma clandestina.

- El fuerte crecimiento económico de los años 60 del norte y centro de Europa, incapaz de autoabastecerse con su propia población activa, se sustentó sobre la base de la mano de obra barata procedente de los países del sur europeo. Estos emigrantes trabajaban y vivían en condiciones muy inferiores a los ciudadanos de sus países de acogida.

- Con la crisis del petróleo de 1973 el fenómeno se invirtió. Europa entraba en una etapa de recesión y paro y los gobiernos receptores de esos emigrantes del sur comenzaron a tomar medidas para cerrar sus fronteras y deshacerse de esa mano de obra que ahora les sobraba.


"Si la economía se halla en momento de expansión los países fuertes abren sus fronteras para aprovecharse de mano de obra joven, barata, dócil y sin derechos políticos, serie de condiciones que no dejan de constituir una auténtica ganga. Si la economía pasa por una fase de crisis, simplemente se cierran las fronteras y si es necesario se fomenta el retorno o la expulsión."

F. Parra, La emigración a Francia en el periodo 1960-1970.

24 comentarios:

avillarin7 dijo...

He estado hasta hace poco trabajando en una ONG con inmigrantes y podría contar cientas de historias de las que me contaban,(recuerdo a una chica a la que todos los días le obligaban a pasar un cuchillo agachada entre los azulejos de la cocina, uno por uno, TODOS LOS DÍAS).
Amnesia total(o ignorancia)
Un abrazo

Dantonmaltes dijo...

Se arreglará un poco cuando los españolitos volvamos a emigrar o cuando quedemos empleados por multinacionales extranjeras que nos dejen bien clarito de dónde venimos...

srta. cora dijo...

Me preocupa también la segunda generación de inmigrantes que, como nos pasara hace años, nacen en el país de acogida pero no siempre son aceptados por él, ni tampoco se sienten del de origen de sus padres. Creo que en España se hará tan mal como en otros países.

;(

Saludos

koolauleproso dijo...

Llámalo amnesia o memoria selectiva, la conclusión es que los seres humanos no tenemos remedio.

Julius Revolution dijo...

No me gustan las posiciones fáciles y pero tampoco las maniqueas. En parte tienes razón, que los inmigrantes son personas y tienen que tener todos los derechos. Pero ¿ Porqué no los reclaman en sus países ? Generalmente sus países de origen son totalmente corruptos y si estuvieran bien gestionados, y con ayuda exterior no haría falta que salieran. Hay inmigrantes (y nacionales también) que ganan 1.400 eur. al més sin trabajar. Mas la seguridad social. ¿ Que sociedad aguanta estos costes ? ¿ Hasta cuando podremos soportarlos ? Por otro lado el 75% de los delitos graves son cometidos por inmigrantes (seguro que empujados por la necesidad). Sarkochy ya ha avisado que en Francia se acabó el burka, se acabó el extender la alfombra y rezar en la mitad de la calle, se acabó el integrismo religioso. Lo mas gracioso es que nos exigen a nosotros, lo que en sus países no son capaces de dar, democracia y libertad religiosa, por ejemplo.

Mery dijo...

El diálogo inicial me parece un poco exagerado, de un clasismo facilón y algo artificial.
Porque es muy fácil ponerse del lado de "los débiles" pero pocas veces se cuenta la realidad desde el otro punto de vista, de ciertos abusos que suceden a la inversa y de los que yo, por desgracia, podría poner algún ejemplo.

Ahora bien, detesto esa amnesia de que denuncias con razón. Detesto igualmente ese deplorable concepto que se tiene del emigrante, sin cabeza y sin corazón, tan común en este pensamiento de masa que se extiende como la pólvora. Me parece indigno.

Y como Cora, opino que lo preocuante es esa segunda generación que acaba sintiéndose desarraigada de acá y de allá.

Un beso, Madame; tu siempre poniendo la mano entera en la llaga social.

Mery dijo...

Se me ha colado un "de" en "esa amnesia de que denuncias".
Denlo por corregido, porfa.

PD : qué curioso, la palabra de verificación que me piden es "oprimsis". Va a ser verdad que los duendes existen

Dantonmaltes dijo...

Estaba pensando que igual era hora de conocernos más por privado. Si te parece me puedes escribir a dantonmaltes@hotmail.com (tu mail no aparece en el perfil)

enrique dijo...

La amnesia es (otro) de los males de esta absurda sociedad.

Madame X dijo...

Avillarin – Entonces seguro que sabes mejor que yo de lo que hablo en el post. Es un placer contar contigo.

Danton – Pues como sigamos así volveremos a sentir en nuestras carnes lo que expongo aquí. De hecho, no pocos jóvenes están emigrando de nuevo.

Srta. Cora – Ese es otro tema importante del que a menudo se habla poco. Me alegro mucho que lo hayas sacado.

Koolau – No nos podemos resignar a eso. Hay que combatir y protestar.

Julius – Si lo llego a saber, habría recurrido a ti como claro exponente de lo que quería denunciar. Eres un ejemplo mucho más contundente y real. Si me lo permites, vamos a matizar algunos datos, porque estás manejando cifras con poco rigor, claro que a lo mejor tú no tienes la culpa y sólo reproduces lo que lees por ahí.
1. Cuando dices que hay quien cobra 1.400 € sin trabajar, me imagino que te refieres a la prestación máxima por desempleo (1.397, 83 euros/mes), que sólo cobran los que hayan cotizado sobre bases reguladoras más altas (sueldos más altos) y tengan 2 o más hijos a su cargo. Y eso durante un tiempo máximo de 6 meses. Me temo que la mayoría de los emigrantes no cumplen esos requisitos y tampoco muchísimos nacionales. Y cabe recordar que si se cobra el paro es porque trabajadores y empresarios cotizan a tal efecto. O sea, no es un regalo. Y estar en paro es un verdadero drama. Para un emigrante, más.
2. Preguntas porqué los emigrantes no reclaman a sus gobiernos. Es exactamente lo mismo que se preguntaban los suizos, alemanes o franceses respecto a los emigrantes españoles cuando les llegó la crisis de los 70 y aquí gobernaba Franco. Mientras levantaban su economía a base de mano de obra barata no se hacían esas preguntas. Aquí, durante el boom inmobiliario, por poner un ejemplo concreto, tampoco nos hacíamos mucho esa pregunta.
3. Los delitos graves cometidos por extranjeros a los que haces referencia, corresponden en su mayor parte al crimen organizado, que es un fenómeno internacional, y que nada tiene que ver con los emigrantes que vienen en busca de trabajo y una mayor calidad de vida para sacar adelante a sus familias y es a ellos a los que va dedicada mi entrada.
4. Haces una asociación entre emigración y fundamentalismo islámico muy peligrosa y desvirtuada. Para empezar, la mayoría de nuestros emigrantes no son musulmanes. Pero de ellos, de los musulmanes residentes, en todo caso, sólo una pequeña minoría son fundamentalistas. Y el fundamentalismo, islámico o no, también es un fenómeno internacional, por desgracia, y son precisamente los países de origen los que más lo padecen.

Mery – Tienes razón, he usado un recurso tópico y facilón. Y seguro que todos podríamos poner ejemplos de experiencias negativas con algún emigrante -qué te voy a contar a ti-, pero tendríamos que reconocer, en aras de la honestidad, que ello no deja de ser la confrontación con la condición humana independientemente de su procedencia. De lo que yo quería hablar era de un pensamiento que se está extendiendo entre nosotros y que reproduce los mismos prejuicios y la misma injusticia que un día padecimos como emigrantes. Ese diálogo precisamente, aunque en otros contextos, no me lo he inventado. Expone en su esencia lo que yo oía de niña en Suiza y que de adulta estoy volviendo a escuchar aquí. Date cuenta, aquí, en Almería, tierra de emigrantes donde las haya. Ojo, en otros lugares de nuestra geografía ocurre lo mismo. Y no se trata de un fenómeno aislado, es que oigo unas cosas tremendas en los lugares más impredecibles y, en muchos casos, de boca de gente insospechada. En fin, Mery, que sé que no te tengo que convencer, porque también te repatea la injusticia.
[Mery, no sé si son los duendes o algún espíritu perverso :-)]

Enrique – Así es. Si recordáramos más y mejor, evitaríamos reproducir algunas cosas.

koolauleproso dijo...

Me encanta que sigas teniendo espírtu combativo, pero yo ya estoy demasiado desengañado y he acabado por "refugiarme" en un rasdical escepticismo.

koolauleproso dijo...

radical, quise decir. Estos dedos...!

Julius Revolution dijo...

Madame, te equivocas de pleno:
Los 1.400 eur. a los que hago referencia no tienen nada que ver con la cotización por desempleo. ¿Como voy a criticar eso? Te puedo confirmar que la Diputación de Gipuzkoa da 700 eur y el Ayuntamiento de Donostia otros 700 a una madre "soltera" (me espanta el término) con una pequeña hipoteca y con una sola hija. LLeva años recibiéndolas. Además trabaja por "b". Invertir nuestro dinero así, me parece fomentar la vagancia y la picaresca, no proteger al mas débil precísamente.
Posíblemente tú seas de las que dicen que nunca te has "sentido amenazada" por los inmigrantes. Ma cherie, un poquito de empatía con la clase media, que si nos quedamos en paro, cada vez nos va resultar más difícil cobrar la prestación. Nosotros si que sentimos esa amenaza. En el fondo tu postura es egoísta, ya que lo único que intentas es acallar tu conciencia. Eso si, seguid tributando a través de una SICAV, que se pagan menos impuestos !! Que vulgaridad, pagar impuestos !!
El resto de puntos, ni los voy a rebatir, ya que me parecen pura demagogia facilona. Vraiment, un plaisir, Madame.

Madame X dijo...

Mon cher Julius… Si me permites la sugerencia, tómate una copa de vino a mi salud, que dicen que el vino envalentona la sangre y seguro que te sentará bien para mitigar esos miedos.

A mí, fíjate, se me hace difícil imaginar qué tipo de amenaza puede suponer una madre soltera que cobra 1.400 €, y que no deja de ser un caso excepcional –se agradece que lo hayas aclarado-, o un señor ecuatoriano que cobra 2 ó 3 €/hora en la recolección de la alcachofa, y esto sí que no es una excepción, puedo dar buena fe de ello. Si yo fuera de la clase media como tú, los que me darían miedo serían el Sr. Botín & Co, que éstos sí que te podrían dejar en la calle y se quedarían tan frescos.

En cuanto a mi conciencia, querido, no sabría qué decirte, me temo que no tengo con qué acallarla. Es que yo soy proletaria. Espero no haberte decepcionado :-).

Pues nada, cuando tengas ganas de rebatir demagogias facilonas con tus super-argumentos, aquí tienes tu casa.

Anónimo dijo...

Proletaria, del proletariado, que vede su fuerza de trabajo a los burguesa, ya que carece de medios de producción propia y, por tanto frente a la burguesía dominante de la superestructura capitalista que acapara los medios de producción. No se que decirte, que tiene esto que ver con la humanidad que hay que tener con cualquier persona que necesita ayuda. Se puede ser una pija de izquierdas y tener claro que hay que atender a cualquiera que tenga una necesidad. La economía esta reñida con la solidaridad, solo es un cumulo de datos ecoometricos que nada tienen que ver con las personas. Un besete

enkil dijo...

Muy bien Madame, y creo que aún te quedas corta en tu denuncia. ¿Te has fijado que en tiempos de crisis siempre cargamos contra los más débiles? Nadie se queja de como los bancos y los mercados nos hunden en la miseria, ahora resulta que la culpa de todo es de los inmigrantes, hay que joderse. Mientras todo parecía ir bien estos nos iban de puta madre para todos los trabajos que nadie quiere hacer, ahora que las cosas no van tan bien ellos son los malos de la película.
Las miserias del género humano no tienen fin.
Luego están los que cogen temas puntuales, o actos concretos para crucificar todo el colectivo, como si no hubiese hijoputas españolísimos que roban (además de los políticos), que matan a sus mujeres, que estafan hasta a su madre por 4 monedas. Ahora resulta que la culpa del paro y de la crisis no es de los poderosos, sino de los inmigrantes. Me río por no llorar.
Miraros todos este vídeo, lo deja muy claro XD
http://www.youtube.com/watch?v=rmvahkWfEHk&feature=player_embedded

Mery dijo...

Si, como dice Enkil, en tiempos de crisis tanto económica como social y política, las cortinas de humo son abrumadoras.
Y si uno no se da cuenta se deja arrastrar por la barbarie colectiva. Penoso.
Un beso de nuevo

Justo dijo...

Que una realidad tan compleja se pretenda reducir al hecho de que algunas mujeres en Guipúzcoa cobren esa cantidad que ha dicho uno de tus comentaristas -será allí, desde luego en otras provincias no pasa lo mismo-, me parece simplista y, ahora sí, demagógico.

Trabajo como profesor en la enseñanza pública, la que, por lo menos en las grandes ciudades, ya sólo frecuentan inmigrantes y clase media-baja y baja española. Aunque la convivencia es buena entre ellos, es frecuente que los segundos echen en cara a los primeros que se están quedando con sus puestos de trabajo... eso es reflejo del enfrentamiento que tan bien le viene, por ejemplo, a los partidos conservadores como el de Sarkozy o el PP que han conseguido arrollar en barrios obreros.

Yo sin embargo a quien culpo de esta situación es a nuestros empresarios -y a nuestros políticos, desde luego-. A los primeros porque son ellos quien ya no contratan jamás a españoles en la hostelería o en otra multitud de servicios, con tal de ahorrarse dinero y dolores de cabeza en lo que a derechos laborales se refiere.
Así, los chicos y chicas españoles en edad de merecer laboralmente hablando se encuentran que ya tienen cerradas las vías hasta de las chapucillas que antes les permitían salir adelante; eso por no hablar de un trabajo en condiciones decentes, que ya es una utopía, porque hasta los 30 eres joven y por lo tanto carne de cañón y a partir de los treinta y tantos un carroza laboralmente hablando.

Los inmigrantes están porque se les ha llamado, porque hay hueco para ellos, porque han sido necesarios para que unos pocos se forren, para que otros puedan permitirse el cuidado de sus familiares que en otros países de Europa facilita el Estado y que aquí es imposible tal como están las cosas. Laboralmente son subproletariado y socialmente también.
Que en vez de señalar a los verdaderos culpables muchos compatriotas de la clase media estén entrando en el juego de satanizar al más débil del eslabón me parece bastante triste.

Un beso, Madame

Anónimo dijo...

De acuerdo con Julius. lo siento, pero no creo que un inmigrante vaya a pagar mi pensión cuando la tenga, si es que llego a tenerla, ya se encargan ellos de gastarla antes, y como sigamos así, el estado de consentirlo.

Javier dijo...

Vivimos en un país de cretinos, ojo no todos los españoles lo son o somos (venga me incluyo, pero de la otra parte), desmemoria, desvergüenza e ignorancia mezclada con altas dosis de egoísmo y prepotencia le dan derecho a pontificar al más abyecto de los españolitos, olvidando su origen y quien es, ya que en cuanto rascas un poco la mugre, la necesidad y la miseria salen a la luz, y encima se permiten el lujo de mirar por encima del hombro a los demás. Es algo que me subleva.

Madame X dijo...

Anónimo: - Anda, anda… que te voy a tener que dar unos azotitos por llamarme esa cosa tan rara. ¿Pija de izquierdas? Tú si que eres pijo, pero bien. {Te reconozco a la legua.} Un beso.

Enkil: - Te has expresado con una claridad meridiana. Totalmente de acuerdo con tus palabras. Resulta increíble nuestra sumisión frente a los verdaderos causantes de la crisis y que encima estemos dispuestos a sufragar sus excesos y a rebajar nuestros derechos para sacarles del fango. Y de cabeza de turco, siempre los mismos, los más débiles y perjudicados de esta cadena de despropósitos. Es como si la historia se repitiera una y otra vez sin que aprendamos sus lecciones. Y es que las políticas del miedo son de lo más eficaces. He visto el vídeo, con mucho humor negro, es un golpe a nuestra conciencia.

Justo: - Me ha encantado tu reflexión pues pones el dedo en la llaga con un análisis realista y crítico de lo que ocurre en la calle. Sorprende que en los barrios obreros estén triunfando los conservadores cuando ellos nunca van a defender a los trabajadores frente al poder económico. De nuevo el mensaje del miedo puede más que la lógica. Al fin y al cabo, un culpable visible, que convive con nosotros y que tiene cara y nombre, es mucho más fácil de señalar. Un beso.

Anónimo II: - Ni te voy a rebatir. Frente a la ignorancia es agotador esgrimir argumentos.

Madame X dijo...

Pe-jota: - Guapo, hemos tenido que estar escribiendo al mismo tiempo porque no vi tu comentario mientras redactaba. Pues sí, me pasa como a ti, hay cosas que me sublevan profundamente y ésta es una de ellas.

Anónimo dijo...

En Argentina, por ejemplo, nuestra población se construyó en base a inmigrantes (emigrantes) italianos y españoles que vinieron hacia 1900. Cien años más tarde, sus nietos se encuentran con trabas inmensas y una respuesta bastante colectiva de desprecio para con los nuestros, que, pensándolo bien, son los suyos, con acento latinoamericano.

j dijo...

Lo bueno de leer un blog como un libro es que mezclas las historias de un capítulo con las del otro. Será por eso que al leer el diálogo y los comentarios sobre paisanos e inmigrantes, banqueros y proletarios, anónimos y menos anónimos me parecía estar asistiendo en vivo y en directo al experimento de Stanford aquí traído.

Y otra nueva historia que me intriga ahora y que espero se resuelva en los siguientes capítulos es si danton consiguió su objetivo.