Dolor clandestino

 
Fotografía: Curran Clark (Heels)
 
Mi querido P:

Ni siquiera ahora que ya no estás puedo gritar tu nombre. Dejas viuda e hijos y una identidad prestigiosa en el sur. Añadiría más dolor al duelo de los tuyos si se conociera que fuimos amantes –palabra tan denostada por los hipócritas, con esa carga de amor ilícito, y palabra que yo adoro, ¿pues qué puede haber más lícito que el amor libre?-  a lo largo de todos estos años. E imagínate qué escándalo si supieran cuántas veces te has arrastrado a mis pies como una puta abyecta o un perro sumiso. A veces, he sido yo la que se ha calzado la piel de un animal obediente, aunque ese juego no nos salía muy bien. Te costó cederme las riendas y rendirte a la evidencia de tus deseos más oscuros. Fue el nuestro un duelo emocionante e intenso y al final todo encajó como un guante cuando me senté en el trono y me ofreciste caballerosamente el cetro. No hubo derrota. Cada gemido de placer nos unía en la misma victoria. Juegos perversos –sexo creativo y sofisticado lo llamaba yo para tu tranquilidad-, que tanto nos divertía rememorar frente a una copa de vino o de cóctel Dry Martini. Por no desanimarte y porque lo compensabas con tu devoción, nunca te dije que me los preparabas con cierta torpeza.

No creas que no lo recuerdo todo, mi añorado P. Si algo fuimos de verdad es amigos. Estos años han dado para muchas tribulaciones, que nos contábamos a golpe de e-mail o de teléfono cuando no podíamos vernos. Y estabas ahí siempre, mi fiel consejero. A mi lado, en lo bueno y en lo malo.

Sonrío al recordar tus furtivas miradas de reprobación cuando detectaste, en el vestíbulo de aquel encantador hotel cincoestrellas, mis botines de corte militar. Sé que te horrorizaron, pero callaste como manda la cortesía. ¿Y qué querías?, nevaba en Granada. Fui más condescendiente contigo en aquella otra escapada a Madrid. Te sentiste satisfecho con la colección de zapatos de señora comodiosmanda que acarreé en la maleta, y eso que era diciembre y tentaciones tuve de castigarte con aquellos mismos botines. Los eché de menos en nuestros largos paseos. Fue un bellísimo detalle que reservaras la suite frente al Retiro. Sabías cuánto añoraba los colores otoñales del Retiro desde mi exilio sureño. Aún guardo aquella hoja color oro viejo que escogimos de la acera alfombrada de hojas caídas. Sigue tersa y quebradiza en el mismo libro. Me hiciste muy feliz con tu sorpresa. Sargent y Sorolla en el Thyssen. Si bien eran soberbios los retratos de Sargent, eché de menos a Madame X. Me divierte que muchos piensen que mi pseudónimo esconde alguna connotación porno, cuando en realidad fue el  retrato homónimo de John Singer Sargent quien me inspiró. Todo un escándalo de la época y, sin embargo, cuan recatada nos parece ahora la dama de pálidos hombros y vestido negro.

Podría rellenar páginas y páginas con nuestras anécdotas y aventuras. Alguna incluso queda reflejada en este blog, bien camuflada para crear la duda entre ficción y realidad. Y es posible que más adelante me anime a contar alguna más de nuestras historias. Sé que eso te gustaría. No siempre fue así. Tardé en confesarte la existencia de este blog. Quería la libertad del anonimato para escribir sin ataduras. Después ya me dio igual. Hay ataduras incluso en el más recóndito de los secretos. Y al enterarte, te ofuscaste con la rabieta de niño malcriado. Creías que con mi blog me iban a llover proposiciones –indecentes, por supuesto-  como maná del cielo y acabaría por relegarte. Una soberana tontería. Te cegaron los celos, pese a saber que nunca renuncié a mi libre albedrío, pese a saber que soy fiel a todos mis amantes. Ninguno que haya ocupado ese lugar en mi corazón ha sido nunca reemplazado. Tú, que me has querido tanto, deberías saberlo, pues también seguías queriendo a tu mujer. El tiempo y la generosidad lo ponen todo en su sitio. Entrabas a leerme como el más devoto de los seguidores. En tus últimos correos insistías con que debía volver a activar este rincón tan mío. Y yo seguía con mi pereza literaria, enfrascada en batallas más mundanas. Esta mierda de crisis no deja mucho espacio para la lírica.

Ensimismada en mis preocupaciones, pasé por alto estos meses de silencio. Te hacía ocupadísimo en tu empeño por salvar tu estatus y el de tu familia. Debí sospechar mucho antes. Nunca habías estado más de un mes sin llamarme y mucho menos sin escribirme, incluso aunque te debiera respuesta. Pese a tenerlos, me resistí a los malos pensamientos. En una actitud pueril, creí que disipando las sombras evitaría la oscuridad. Pero, llegadas las fechas navideñas, sabía que era imposible que tú fallaras. El 26 de diciembre por la noche, con las entrañas encogidas, escribí tu nombre en el Google. La noticia de tu muerte salía publicada en todas partes. Con tu foto en la prensa local, no había confusión posible.  Y se hizo la oscuridad como una cortina de sombras cayendo a plomo sobre mí. No estabas ocupadísimo, estabas muerto. Desde el verano. Tu corazón reventado a tus cincuenta y tantos. Con las botas puestas y bien puestas, como cabía esperar de ti.

Llegados a este punto, el amor clandestino es atroz. Nadie te avisa. No existes. Ni el ínfimo consuelo de la despedida. Todas las esquelas te silencian. El duelo a secas y a solas. Ni una rosa mía sobre tu tumba. Un agujero negro en tu existencia.

Ahora que el espanto en el Google se va difuminando, un profundo dolor lo sustituye. No te imaginas lo que daría por un último beso tuyo. Un beso como sólo tú sabías darme, con tus labios mullidos y calientes de vida. Arrebatado y tierno, como eras tú.

Y es verdad que no existo en tu legado. Como es verdad que fuiste mío como no lo has sido de nadie, en la hondura del abismo con la pasión de la entrega y para siempre, tal como me prometiste un día.
 
… tu Dueña
 
{Leonard Cohen - I'm your man}
 
La canción que tanto te gustaba dedicarme.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Nadie le habrá escrito a P. mejor elegía.
Seguro que allá donde esté habrá escrito tu nombre en google y le habrán llegado tus bellas palabras.
No has sido un agujero negro en su vida sino toda la luz del universo concentrada en tu oscuro vestido de Madame X.
Un besazo
Mery

Justo dijo...

Se me ha puesto la piel de gallina, y todavía la tengo.

Sabes, a veces he reflexionado sobre lo mismo que tú, si algo sucede a quienes ni siquiera son amantes en el sentido más convencional del término, porque nuestra existencia con ellos queda relegada a un plano oculto de nuestra realidad enunciada y reconocida, ¿qué pasa cuando se van, si no n
Porque a pesar de esa no existencia oficial, de esa clandestinidad, nuestro intercambio es o ha sido básico para la marcha de ambos, para nuestra evolución o regeneración, para el estímulo de nuestros impulsos o simplemente de las ganas de vivir..

Digo lo que la comentarista que me precede.. prefiero pensar que algo de ti ha llegado y/ o ha estado hasta el final.

Madame, bienvenida de nuevo.. un abrazo muy grande

Justo dijo...

Se me debió borrar alguna frase, observo ahora que releo el comentario. Pero bueno, tú entiendes lo que quise decir, ¿verdad?

Un beso grande de nuevo

enkil dijo...

Que agradable sorpresa, Madame, encontrar de nuevo tu presencia literaria. Que triste luego el contenido, triste por el suceso, pero tremendamente emotivo, cargado de expresividad, sensaciones y sentimientos. Nada nos hace ser tan humanos como el amor y la muerte. Un gran homenaje a la memoria de P.
Un beso amigo. Espero que la puta crisis no frene más esa preciosa lírica con la que tanto disfrutamos.

antonio medinilla dijo...

Acabó el fin del mundo, y reapareció la querida Madame. Una alegría del apocalipsis multicolor. Besos. Antonio.

Dantonmaltes dijo...

Cuantas más veces te sientas una extraña en tu vida más habrá merecido la pena vivirla.

Mark Sewel dijo...

Hola, te felicito por la pagina. No quiero que esto parezca publicidad, pero te invito a que revises este blog en donde voy publicando los capítulos de una novela que habla de la maldad interna en el ser humano y como esta se relaciona con el deseo sexual. Se llama Oscuridad y silencio, saludos.

http://oscysil.blogspot.com/

Shang Yue dijo...

el retrato que a P. le hubiera gustado leer de sí mismo en tus labios

Marqués de Zas dijo...

Preciosa y emocionante carta de cariño y dolor. Todo se nos hace más triste y más gris cuando un amigo se nos va para siempre, pero cuando no podemos compartir ese dolor con nuestros seres queridos o con los suyos, el sufrimiento se multiplica. La clandestinidad concede momentos intensos pero desgraciadamente nos quita otros. Tus palabras llenas de afecto, pasión y dolor no podían haber expresado mejor tus sentimientos. Si todas las amantes fueran como tú, el mundo sería mucho mejor. Gracias por ser como eres y compartirlo con nosotros.

Un beso

Madame X dijo...

Gracias por estar siempre a mi lado, Mery. Sin ti los días serían más grises. Tqm. Un beso.

Te he entendido muy bien, Justo, porque además tú sabes expresarte de maravilla. Y tienes razón, debo pensar en lo vital que fue nuestra mutua experiencia y dejar de lado los pensamientos oscuros. Como digo en el texto, el tiempo lo acabará poniendo todo en su sitio. :-) Un beso y gracias.

Enkil, siempre es una alegría encontrarte y saberte ahí. Gracias por tus palabras. Sigo sin ganas de escribir, pero la vida es tan imprevisible que en cualquier momento puede que me anime de nuevo. Un beso.

Antonio, me complace saber que también tú has sobrevivido al apocalipsis y sigues inundándonos con tu talento. Un beso.

Danton, siempre tan sabio y certero. Un beso.

Nicolás, gracias. Sin duda tu propuesta es interesante. Me daré una vuelta por tu blog.

Sí, Shang Yue, a P. le hubiera gustado saber cuánto le echaré de menos. Gracias por tu comentario.

Mi adorado Marqués, yo sí que tengo que agradecer tu existencia. Tu eres esa cálido hombro sobre el que siempre encuentro refugio. Un beso.

Gracias a todos por estar ahí y también a aquellos que lo están en silencio.

Anónimo dijo...

Siento mucho tu dolor Madame, y siento como mía la sensación de intensidad emocional que vives en esa despedida; estoy segura que hay una dimensión en la que puedes mantener la conexión con tu amante porque su energía está en tí misma en una buena parte, en la más bonita de sus manifestaciones.
Beso y Sonrisa, con mucho afecto, de esta puta perra masokista

lele dijo...

Estimada,

ti sono vicino. Ed è bello leggere di te.
Per noi che mai ci incontrammo la perdita sarà più leggera? O nell'etere le nostre anime si incontreranno porfin?

un abrazo
lele

j dijo...

Se acabó tu blog. Y ni siquiera ahora puedo gritar tu nombre. Si sabes de alguna otra lectura del mismo nivel, dime.

jujo45 dijo...

Que tristes son las pérdidas, en este caso aumentada por estar en un mundo invisible. Al leer esto, se me ha venido a la cabeza el recuerdo muy cercano, en que yo, al acercarse mi operación , y pensando tambien que mi trabajo no está exento de riesgos, fui consciente de la situación en que quedaba la persona dueña de mi corazón al no saber nada; dolida, confusa, engañada, triste, así me la imaginaba yo, y por ese motivo busque una persona a quien deberían informar para que le hiciera llegar cualquier noticia en caso de que pasara cualquier cosa.

Ahora que conozco tu blog, voy entrando cuando tenga tiempo, y cuando mi confusa cabeza me lo permita, ya sabes en que situación estoy.
Un beso dulce para ti, que amargura tenemos hasta hartarnos.