Delara Darabi, la prisionera de los colores

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Delara Darabi, pintora y poeta iraní, fue ejecutada el año pasado en la prisión de Rasht, en el norte de Irán. De nada sirvió la campaña internacional para salvar su vida. Fue detenida en 2003 junto a su novio, acusada de asesinato. Tenía entonces sólo 17 años. En un primer momento, se autoinculpó para salvar a su novio de la horca, persuadida por éste, y en la creencia de que al ser menor de edad no la condenarían a muerte. Después se retractó y durante sus años de cautiverio mantuvo desesperadamente su inocencia. El juicio estuvo lleno de irregularidades y no se admitieron ninguna de las pruebas que podrían haber demostrado que no cometió el crimen. De hecho, la única prueba que usaron los jueces para imponerle la pena capital fue su autoinculpación inicial. Las autoridades judiciales, una vez más, tampoco respetaron los tratados internacionales, que Irán ha rubricado, y por los que no se puede condenar a muerte a quienes hayan cometido delitos antes de su mayoría de edad.

Delara fue ahorcada el 1 de mayo de 2010 en la misma prisión donde estaba confinada. Y eso a pesar de que el Jefe del Poder Judicial de Irán había anunciado, pocos días antes, la suspensión de su ejecución durante dos meses. Pero las autoridades provinciales hicieron caso omiso. Ni siquiera comunicaron la ejecución a su abogado, pese a que están obligados por la ley iraní a hacerlo, al menos, 48 horas antes. A Delara Darabi únicamente se le permitió hacer una angustiosa llamada telefónica a su familia pocos minutos antes de ser asesinada, porque no tiene otro nombre, y con la horca a unos metros de su vista. Mientras suplicaba a su madre que la salvara, le fue arrancado el teléfono para ahorcarla a continuación. Nadie de su entorno cercano pudo acompañarla en sus últimos instantes.

Su novio fue condenado por cómplice de asesinato a 10 años de prisión.

Durante sus años de cautiverio, Delara expresó sus emociones a través de la pintura y la poesía, cambiando totalmente de registro con respecto a obras realizadas con anterioridad. Su pintura pasa a ser de un impresionismo colorista, alegre y cándido a un expresionismo tan feroz y duro como la angustia que debió sentir durante esa larga espera en el corredor de la muerte. Tan fue así que, en 2007, intentó suicidarse cortándose las venas de las muñecas. Una compañera de prisión dio la voz de alarma y no logró su objetivo. Este hecho lo expresaría en una de sus obras de forma totalmente explícita, aunque también podemos intuir ese episodio traumático en sus pinturas más abstractas. Realiza sus cuadros, a menudo, con los dedos y las uñas, usando pintura negra (carbón) para expresar su desgarro y la soledad en sus sombríos días de encierro. La cárcel no sólo la priva de su vida, sino también de los colores, a los que sólo tiene acceso en contadas ocasiones. Y cuando puede hacerlo, usa con frecuencia el color rojo sangre como único contraste con el blanco y el negro. Ella se llamó a si misma “prisionera de los colores” por su amor a la pintura. Sus figuras, emergiendo como espectros en la noche, reflejan el sufrimiento, la desesperación y la muerte. Y sus pinturas más abstractas se parecen demasiado a una herida abierta. Toda su obra es un puro grito de dolor. Es el reflejo del infierno vivido.

Por desgracia, salvo algunos ejemplares, es difícil recopilar su obra con buena definición en Internet. La mayoría de sus pinturas fueron publicadas en su día en el contexto de una amplia campaña internacional por su salvación, y, una vez malograda su vida, muchas páginas fueron cerradas. En apoyo a esa campaña por su liberación, se realizaron dos exposiciones de pintura de Delara Darabi: una en Teherán, en 2006, y otra en Ámsterdam, en 2007. A pesar de la escasez de la disponibilidad de su obra, merece la pena recordar su talento y su causa a través de esta pequeña pero intensa colección.




17 comentarios:

Willow Sweet dijo...

El mundo está lleno de injustcias como esta.

En que mierda de mundo vivimos...

koolauleproso dijo...

¡Espeluznante relato de terror! pero como insinua Willow, yo ya no me asusto de nada. El ser humano se supera siempre a sí mismo en su capacidad de horrorizarme

antonio medinilla dijo...

Lo comparto, con tu permiso. Es tremendo, vida y obra. Abrazos, tu amigo, Antonio.

nadine de Donatio dijo...

Como tantas veces, un post impactante, sensible, valiente. Y hermoso.
Gracias por compartirlo

Mery dijo...

Dios santo, es que se ponen los pelos de punta.
Cuánta impotencia y desolación le entran a una (como para quejarse de bobadas).

Un abrazo

enrique dijo...

Impactante, en efecto.

Pobres gentes que viven bajo esa atroz dictadura de fanatismo...

atikus dijo...

Los derechos de la mujer en Iran y la vida en concreto me temo que valen poco, eso al menos ws lo que puedo ver a través de noticias como esta, o de otras que tengo habitualmente de Amistía Internacional por ejemplo.

Interesante la obra de esta mujer, creo que en el link no salen sus obras anteriores a la época de la prisión (la época colorista), en cualquier caso investigaré.
Gracias por el post, muy interesante,
Bss

Javier dijo...

Cuando uno se enfrenta a casos como estos, no sabe muy bien que decir, no es que no sepas cual es tu posición es que la verbalización de los sentimientos tiene tendencia a hacerse tumultuosa ante semejantes delitos de Estado, y uno se pregunta que futuro y que vida puede tener un pueblo si el encargado de protegerlos y ayudarlos se convierte en su asesino en un afán de seguimiento pseudorreligioso, que solamente esconde el triunfo de la irracionalidad.

(la antes) cure of love dijo...

Querida madame:

me alegra sobremanera saber que has vuelto. No me ha dado tiempo a ver lo que has actualizado últimamente pero lo haré en breve. Casi nunca paso ya por mi antiguo blog y solo una casualidad relacionada con mi trabajo me llevó a descubrir que tenía un mensaje tuyo ¡del 2011!

Estoy a punto de volver a la red en un nuevo proyecto radiofónico, cargada con mi nuevo botiquín y mi nuevo nombre.

Me pasaré por aquí a menudo.

Besos

Anónimo dijo...

Tiembla el espiritu ante la podredumbre de algunos cerebros.
Lo triste es que invocan a quien
no es sino espiritu. (Wolf)

أن يلمع الضوء عليها

srta. cora dijo...

La señorita Cure ha pasado a ser la señorita Cora.

Queda invitada a mi nuevo hogar

Sintagma in Blue dijo...

Aún
el horror.

Rata dijo...

Madre mía, Madame, cuánto tiempo llevo desconectado del mundo de los blogs... Pero me alegra volver a leerte.

Un fuerte abrazo.

Marqués de Zas dijo...

Unas pinturas de una belleza directamente inyectada en vena. Terrible, la injusticia y el sadismo, de este Estado criminal para con sus ciudadanos. Hay que ser muy valiente para vivir en Irán, y si se es mujer, directamente una heroína. La religión siempre implica violencia, pero cuando tiene el poder absoluto, es total.

Gracias Madame, por denuciarlo.

Un beso.

Anónimo dijo...

Estoy impresionada y con el alma llena de dolor y de impotencia porque ocurran estas cosas. La pintura es emocionante y desgarradora, con energías intensas que te impregnan el alma.

Justo dijo...

Qué impresionante todo... yo que veo con mis alumnos la época de la Inquisición, lo intento explicar bien para que lo entiendan, como si fuera algo ultramontano.. y la realidad es que no ha dejado nunca de estar presente en el planeta.

historiografias dijo...

Hola, me gusta elestilo de tu blog, me gustaría tu permiso para publicar este artículo en uno de mis blogs.me impactó, felicitaciones. soy uno de tus seguidores.abrazos