Gerda Taro

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Gerda Taro fue la fotoreportera, muerta en la guerra civil española, que ha pasado injustamente a la historia como la compañera y amante de Robert Capa, considerado el mejor reportero gráfico de guerra de todos los tiempos, más que por su propio trabajo. Durante decenios fue prácticamente olvidada, a pesar de que sus fotografías y su arrojo y valentía, para testimoniar la contienda española en primera línea de batalla, no tenían nada que envidiar al legendario Capa. De hecho, Robert Capa era un pseudónimo que inventó ella y bajo cuya identidad también figuró su propia obra. Incluso, una de las fotografías más emblemáticas de Robert Capa, “La muerte de un miliciano” en Cerro Muriano (Córdoba), no se sabe con certeza si la disparó ella o él. Estaban juntos en ese momento y se solían intercambiar la cámara Leica, por la que habitualmente se identifican las imágenes atribuidas a Capa.

Será la fotógrafa alemana Irma Schaber quien recupere su legado a través del “Proyecto Gerda Taro”, un exhaustivo trabajo realizado durante años, a partir del cual se pudo reconstruir su vida y publicar su biografía en 1994.

Un poco de historia:

Gerda Taro se llamaba en realidad Gerta Pohorylle. Nació en Stuttgart (Alemania) en 1910, en el
seno de una familia burguesa judía. Comprometida con el movimiento obrero, y después de una detención y dado el pujante antisemitismo en la Alemania de aquella época, se refugia en París a los 23 años. Ahí conoce a Endre Friedmann, o André como se hacía llamar. Un talentoso fotógrafo húngaro, también de origen judio, que sobrevivía como podía con su trabajo. Se enamoran y Friedmann le enseña el oficio de la fotografía. Gerda, cansada de vivir miserablemente, ideó un plan. Ella pulió la imagen desaliñada de André y ambos se hicieron pasar por los representantes de un afamado fotógrafo americano que había llegado a Europa para trabajar. A ese personaje inventado lo llamaron Robert Capa. A su vez, ella se cambió el nombre por el de Gerda Taro. Así fue como lograron vender en París sus fotografías al triple de precio que cualquier autor francés y les empezaron a llover encargos. Al estallar la guerra civil española, ambos se trasladan a España para cubrir el conflicto. Al principio, firman sus trabajos indistintamente con el nombre de Capa, hasta que ella empieza a reivindicar su autoría y logró hacerse un prestigioso nombre como Gerda Taro, vendiendo sus reportajes a distintas publicaciones francesas. Friedmann se quedaría definitivamente con el pseudónimo de Robert Capa.

La “pequeña rubia”, como se la conocía en el Frente republicano, realizó un valeroso reportaje de la ofensiva de Brunete documentando la reconquista de la población por las tropas republicanas. Sería su último trabajo. Moriría el 26 de julio de 1937 durante la contraofensiva fascista, apoyada por la aviación alemana nazi. Acompañando al ejército republicano en la retirada, en medio del ataque del bando nacional, un desgraciado accidente acabaría con su vida. Tras caer del estribo de un coche, un tanque republicano la arroyó destrozándola medio cuerpo de la cintura para abajo. Trasladada a un hospital de El Escorial, fallecería horas después. En Madrid la despidieron con honores militares y fue enterrada en París con grandes honores también. Para Robert Capa, que en el momento de su fallecimiento estaba precisamente en París, fue un duro golpe del que, dicen, nunca se recuperó.


Pocos días después de su muerte, la revista “Life” publicó dos páginas con fotografías de Gerda, resaltando que eran de lo mejor que habían visto ese año sobre la guerra civil española.

Robert Capa, fallecería años después, de una forma igualmente trágica, al pisar una mina mientras cubría la primera guerra de Indochina (Vietnam), en mayo de 1954, tras completar una de las carreras más brillantes del fotoperiodismo de todos los tiempos.

Recientemente se han hallado en México más de 3000 negativos que recogen imágenes inéditas sobre personajes y escenas de combate de la guerra civil española, que se habían dado por desaparecidos, y que pertenecen a Robert Capa, Gerda Taro y David Seymour (Chim). Esperemos que contribuyan a restituir el merecido lugar que Gera Taro no debió perder nunca como una de los grandes reporteros gráficos de la historia, tanto por su coraje como por la calidad de su obra. (Más sobre la noticia… )

20 comentarios:

enrique dijo...

Muy interesante información sobre un personaje injustamente desconocido...

Mery dijo...

Madame, eres única rescatando información y exponiendo relatos. Un dia de estos te pediré fotos de los Capa. Sigue así. T Q. Mery

Miaoriscal dijo...

¡Qué grato post, Madame X! A ver si poco a poco vamos desenterrando tan meritorias vidas femeninas y las ponemos donde siempre deberían haber estado.

Te dejo otro nombre: Ada Byron King.

Fernando dijo...

Me ha encantado tu post. Aprecio mucho el arte fotográfico en todas sus facetas y, en verdad, se ha conocido más la obra de el que la de ella.
Tu manera de traer la noticia a "espabilado" mis sentidos.
Gracias
Besos

colmar dijo...

¿Por qué las mujeres no tenemos más ambición de ser protagonistas de nuestras azañas?

Un saludito X.

Anónimo dijo...

Aparte del saludo de mi pareja que ya ha venido antes que yo :D pues también quiero felicitarte por rescatar del olvido a esta insigne y valiente fotógrafa.
Besossss arco iris!!

Javier dijo...

Querida Cómplice, precioso e interesantísimo y exhaustivo post.
Resulta increíble comprobar lo injusto que se ha sido con las mujeres y como se las ha ocultado de la luz pública, negandoles el reconocimiento que se merecen.

Fernando dijo...

madame..ya te echaba de menos..un beso xx

FASB dijo...

Si es que siempre pasa igual: el trabajo lo hacemos y nosotras y luego...

Muy interesante, no la conocía.

Besos!

Pierrot dijo...

Gracias por este doble descubrimiento, tu blog y Gerda Taro.

Saludos desde Lima

Anónimo dijo...

Magnífico blog madame, no conocia el personaje.
A sus pies.

noesmivida@hotmail.com dijo...

Tiene un aire a la historia Rodin-Claudel no? sabemos quien se llevó mayor fama pero queda la duda de quien tenía más talento.
Por cierto, después de enterarme de la (brillante) invención del personaje de Capa ahora sí que apostaría a que "la muerte de un miliciano" sea otro (brillante) montaje.

Anónimo dijo...

Me encantan las botas camperas negras y me siento comodísimo con ellas.
Es increíble como esta gente, estos héroes de la fotografía se adelantaron a su tiempo y dieron sus vidas por hacernos llegar, en imágenes, la dura realidad de una guerra.

Siento no pasarme con más frecuencia, pero mi trabajo y mis princesitas se encargan de que tenga las 28 horas del día ocupadísimas.

Besotes gordos.

CalidaSirena dijo...

Me encanta tu blog, con un poco de todo, historia, sentimientos y un sinfín de cosas interesantes. Me gusta porque es diferente. Volveré a leerte más.
Calidos besos y enhorabuena.

Fetish femina dijo...

Me has iluminado: escuché la noticia de los negativos mejicanos, pero en ella no hacían ninguna referencia a Gerda. No la conocía pero su trabajo y valentía me parecen envidiables.
Ya lo decía Stuart Mill: "detrás de todo gran hombre siempre hay una gran mujer".

Una sonrisa

Erotismo dijo...

gracias x,

no conocía a GT. Una vida muy interesante, me ha encantado leer sobre ella.

Madame X dijo...

Gracias, Enrique.

Mery, cuando quieras te paso unas cuantas, aunque son fáciles de encontrar en el Google, sobre todo de él.

A ver si es verdad, Miaoriscal. Y gracias por el nombre. He ido a buscarlo al Google y es otro caso parecido, otro olvido injusto. O, al menos, otra mujer mal valorada.

Fernando, gracias, y me alegro haber contribuido a "espabilarte", aunque sea un poquito. :-)

Bonsaimusic, a veces, no creo que sea cuestión de falta de ambición personal, sino de barreras culturales.

Gracias, Milagros, besitos a ti también.

Pe-jota, rescatarlas del olvido es paliar un poquito esa injusticia. Gracias por el comentario y por lo de cómplice, que me ha gustao. ;-)

Merci, Fernando S... eres un encanto.

Pues hay que rebelarse, Cure of love...

Gracias a ti, Pierrot, por pasearte por aquí.

Encantada de conocerte, Ana, gracias.

Noesmivida, la historia de Claudel fue mucho más sangrante y cruel. Y respecto a la famosa foto del miliciano, se demostró con nombre y apellido que fue una fotografía veraz, a pesar de las especulaciones que hubo.

Seguro que esas botas te sientan genial, Hasta los cojones. Y no te preocupes, tú pásate cuando quieras y puedas, que no paso lista. :-) Un besito a tus princesas.

Eres muy amable, Calidasirena, gracias.

Así es, Fetish femina, apenas se menciona a Gerta Taro en las noticias que hablan del hallazgo de México. Eso fue precisamente lo que me empujó a redactar este texto.

Gracias a ti, Erotismo.

Un abrazo a todos.

X

Anónimo dijo...

Una vez más la mujer relegada. Una vez más una mujer haciendo el trabajo con que se premia a un hombre. Fantástico post reivindicativo.

Capri c'est fini dijo...

La Historia ha sido tan injusta con mujeres como Gerda que todos los homenajes son pocos.

j dijo...

Permítame Madame que en este caso no me una al coro de los elogios. Tengo serias dudas sobre la moralidad de la fotografía de guerra. Todo lo más podría sentir cierta piedad por ella y por quienes aún ahora aceptan como una verdad incontestable todo ese negocio del periodismo. Desde esa óptica de la duda, casi mejor que sus "méritos" quedaran en la sombra.